¿Tienes hijos y buscas nuevos sitios donde ir con ellos? ¿Te apetece salir de Barcelona ciudad y disfrutar paseando entre bosques sin necesidad de coger el coche? ¿Disfrutas con un picnic en plena naturaleza? Te invito a que pruebes a acercarte al Pantano de Vallvidriera.
Cómo llegar: se puede ir en coche, pero os recomiendo coger los FCG (líneas S1 Barcelona – Terrassa y S2 Barcelona – Sabadell) y bajaros en la parada Baixador de Vallvidrera. En un cuarto de hora estaréis en pleno Parc Natural de Collserola.
Si queréis ir directamente al pantano, se tiene que cruzar la carretera que hay justo a la salida de la estación. Pero si os apetece ver un poco los alrededores, podéis ir primero en dirección contraria. Un camino escalonado en piedra os llevará hasta la Vil·la Joana que acoge el Museo Verdaguer, y, un poco más arriba, al Centro de Información del Parque y sede del Consorcio del parque de Collserola.
Si os gusta andar, la zona ofrece 6 rutas diferentes, la más corta de 1 km, la más larga de 4,5 km. En el Centro de información podéis buscar planos y más datos.
Para volver de nuevo hacia abajo, en dirección al tren y al pantano, os aconsejo una ruta diferente: el Paseo de las fuentes, un camino fácil y adaptado a personas con movilidad reducida e invidentes.
Podréis disfrutar de la fantástica vegetación de este parque: acacias, castaños de indias, olmos, encinas, pinos blancos y robles.
También encontraréis pequeños rincones donde descansar.
De nuevo en la estación, se debe seguir la calle Camí del Pantà . Es un paseo corto, casi llano y muy cómodo.
El pantano fue el proveedor del agua potable de la antigua villa de Sarrià. Se diseñó en el año 1865 como un proyecto hidráulico por el ingeniero Elies Rogent. A finales del siglo XIX dejó de utilizarse, hasta que el Patronato de Collserola lo recuperó.
En el camino podemos ver la entrada a la Mina Grott es el túnel de un poco más de un kilómetro que se construyó para transportar el agua del embalse de Vallvidrera al antiguo pueblo de Sarriá. Posteriormente (en 1908), aprovechando la galería que atravesaba las entrañas de la montaña, se instaló allí un pequeño tren eléctrico, que causó sensación.
Su importancia no fue sólo como atracción, sino por ser el primer ferrocarril de pasajeros de todo el estado en usar la tracción eléctrica. Funcionó hasta 1916, después de haber transportado a cerca de 40.000 personas, y a causa de las constantes presiones y trabas legales por parte de los promotores de El Tibidabo y del Ferrocarril de Sarrià.
Justo antes de llegar al pantano hay una zona acondicionada con mesas de picnic, sombra y una fuente. A su lado, la llamada Casa Rosada, antigua casa del vigilante del pantano y que actualmente ha sido restaurada.
Después de unas cuantas escaleras, llegamos al pantano, pequeño, acogedor y tranquilo.
La presa tiene unas dimensiones de 50 metros de longitud, 3 de anchura y 15 de altura.
En medio del pantano hay un mirador que se adentra en el agua para observar a los animales.
Collserola es un parque natural protegido, por lo que se debe mantener una actitud respetuosa con el medio ambiente. El embalse ha sido recuperado como hábitat para la potenciación de la fauna anfibia, por ello, está prohibido bañarse…
…tirar piedras…
…o dejar animales, ya que la introducción de otras especies puede dañar la fauna y la vegetación autóctona. Veremos si tras la afluencia masiva de personas no se acaba cerrando el paso a este rincón de naturaleza.
Existe un paseo de circunvalación del pantano que permite pasear y observar el entorno. Para los niños hay espacio para jugar y correr al aire libre.
También pueden darse paseos por la zona. Al otro extremo del pantano podéis encontrar un camino ascendente por el que poder continuar el paseo.
En la zona hay jabalíes. Yo pude ver éste haciendo la “siesta”.
Después de dar la vuelta al pantano volvemos a desandar el trayecto llegamos de nuevo a la carretera.
Seguimos la carretera en dirección contraria a la estación del tren y llegamos a la iglesia de Santa María de Vallvidrera, antigua parroquia que constituyó el núcleo original de esta población. La parroquia actual es del siglo XVI y estilo gótico.
Yo ya la encontré cerrada y no pude pasar, aunque dentro aún había gente. Al fondo, por detrás, puede verse Vil·la Joana donde está el Museo Verdaguer, que en estos momentos está en restauración.
Muy cerca de aquí se encuentra el área de recreo de Sta. Maria de Vallvidrera donde hay un restaurante y una zona de pícnic. En el restaurante (La Pinya 2) se come muy bien, aunque recomiendo reservar antes. La zona tiene párquing y una gran explanada para que los niños jueguen. Por detrás, al fondo, se puede ver el Tibidabo y la torre de telecomunicaciones.