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miércoles, 18 de enero de 2012

El Puerto Olímpico



Construido para los juegos olímpicos de 1992, el Puerto Olímpico se ha convertido en uno de los referentes de Barcelona, y uno de mis sitios favoritos, donde no sólo puedes disfrutar de la arquitectura urbana, o del mar, o de una gran cantidad de restaurantes y locales, sino que además es un sitio para mirar.

Mirar gente paseando, en bici, en patines, hablando, tomando el sol, comiendo, jugando, bañándose, escuchando los músicos callejeros, solos, acompañados, españoles, extranjeros, familias, parejas, grupos, jóvenes y no tan jóvenes, con chanclas o con traje…fabuloso.




La entrada al puerto está marcada por dos torres de edificios (la torre Mapfre y el hotel Arts).




 









En sus bajos podemos disfrutar una tranquila zona donde se funde la arquitectura y el agua.



 

A su lado destaca el “Pez dorado” obra del famoso arquitecto Frank Gehry.Tiene 56 metros de largo y 35 de alto  y  de una geometría simple. Es un entramado de  líneas de acero que se van cruzando formando un enrejado dorado. Cuando el sol brilla, las escamas de este pez captan la atención aunque no quieras mirarlo.






 
El puerto albergó las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos de 1992, y después sirvió para dotar a la ciudad de un gran puerto deportivo (740 amarres) y con todos los servicios.  Fue proyectado por los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech y dirección del ingeniero Joan Ramon de Clascà.


Los restaurantes de esta zona han substituido a los antiguos y típicos chiringuitos de la playa de Barceloneta, que fueron derribados para realizar las obras de la actual fachada marítima de la ciudad. Pero, aunque son estupendos, personalmente creo que no tienen el "cutre" encanto de los otros.
 
 
 
 
 

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