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sábado, 10 de marzo de 2012

Las Ramblas III. Rambla de las Flores o Rambla de Sant Josep

Entramos en una de las partes de las Ramblas más conocidas y mi favorita: a los puestos de venta de flores se les une la entrada del mercado de la Boquería, todo un espectáculo de colores, olores y sensaciones.




Iniciamos el trayecto por esta rambla en el barroco Palacio de la Virreina.



Este barroco palacio lo mandó construir el que fue virrey de Perú, Manuel Amat i Junyent, marqués de Castellbell, para que fuera su residencia a su regreso a Cataluña. Cuando murió el palacio pasó a ser de su viuda, de ahí el nombre de “La Virreina”.



Al lado del palacio, hay una antigua y estrecaha tienda: Casa Beethoven, un comercio dedicado a la música y donde pueden encontrarse todo tipo de partituras musicales











Un poco más abajo, el centenario Mercado de la Boqueria (oficialmente, de Sant Josep), principal mercado de la ciudad y muy anterior a la construcción del edificio de estructura de hierro que ocupa.  

A veces no se sabe si hay más compradores o turistas haciendo fotos. Las tiendas de la entrada son todo un espectáculo. Dejo una muestra.

 
 




Pórticos de columnas jónicas que rodean el Mercado.


En el número 94 se levantaba el Palacio Nuevo de la Rambla, ahora llamado "edificio inteligente" por su alta tecnología, con un aparcamiento robotizado de once plantas subterráneas.



Esta construido de forma que a través de una apertura  en la fachada, se vea el campanario de la Iglesia del Pi








Sorprende una construcción de estilo oriental. Es una antigua casa de paraguas, bastones y abanicos que abrió Bruno Quadros a mediados de siglo XIX.
 
 

Después de un viaje a Oriente, encargó el edificio a Josep Vilaseca (arquitecto del Arco del Triunfo), que la acabó en el año 1888, año de la Exposición Universal. En la esquina  llama la atención la figura de un dragón con un farol y un paraguas.

 

 
En esta zona se encuentra, con casi doscientos años de existencia, La pastelería Escribà, una de las más antiguas de la ciudad y de fachada modernista. No se donde hay más arte, si fuera o dentro de la pastelería.


Y como todas las ramblas, llena de vida. 





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