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domingo, 29 de abril de 2012

Casa Amatller

 

La Casa Amatller es un edificio modernista de Barcelona, el segundo más importante del Paseo de Gracia, colindante con la Casa Batlló.
Fué construido por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch entre 1898 y 1900. Estos dos edificios, junto con la casa Lleó Morera, forman lo que se conoce como La manzana de la discordia.

Está declarado monumento histórico-artístico desde enero de 1976.

El edificio fue un encargo del chocolatero Antoni Amatller que ideó un palacio gótico, con una fachada plana, un patio central y una escalera de acceso a las habitaciones principales.



La fachada nos muestra las diferentes fuentes de inspiración del arquitecto Puig i Cadafalch: Neogótico catalán en las ventanas y la  forma triangular plana de la parte superior de la fachada recuerda el estilo flamenco. Está llena de esculturas con un significado simbólico.




En la fachada puede apreciarse las dos puertas asimétricas: una era para las personas y la otra para los carruajes.

Esculturas de las puertas:



Puerta de peatones: gitano con un oso que baila

Lucha de San Jorge y el dragón, de Eusebi Arnau en el pilar que separa las dos puertas.


Puerta de carruajes: muchacha luchando contra un dragón

Antoni Amatller fue un industrial, maestro chocolatero, coleccionista de arte y premiado fotógrafo. Estas dos aficiones, el arte y la fotografía, marcan gran parte de la simbología de las esculturas de la fachada.

Dintel:
Puerta de peatones: Alegoría de la pintura y la escultura.







Puerta de carruajes: Alegoría de la arquitectura y la música


Coronando el dintel de la puerta de peatones:
Princesa observando la lucha del caballero con el dragón.


Escudo con dos leones, con la fecha de inauguración: el año MCM (1900) y un almendro ("amatller")



Balcón principal, con tres puertas de acceso en las que podemos ver:


Escudo de armas con un perro y un gato a los lados. Las esculturas son una alegoría del coleccionismo: ranas bufando vidrio y cerdos ceramistas.

 


Escudo de armas con un zorro y una cabra a los lados. Las esculturas son una alegoría de las artes: asnos escritores y osos fotógrafos.


 

Escudo de armas con un pájaro y una lagartija. Las esculturas son una alegoría de la industria: conejos fundidores y monos forjando hierro.

 

Primer piso: ventana del dormitorio de Antoni Amatller.

En el dintel, la escultura de un fotógrafo, haciendo referencia a la ocupación de su ocupante.
 La forja es un trabajo de Esteve Andorrà i Manuel Ballarin

Tribuna, dormitorio de la Sra. Amatller.


El triángulo del dintel es la letra A de Amatller, que queda entrelazada por otras letras A entre ramas y hojas de almendro. También incorpora un poema dedicado a este árbol.







A los lados, destacan dos gárgolas.


Por toda la fachada hay un esgrafiado  de Joan Paradís que se integra con la cerámica de Torres Mauri y Pujol Baucis.







La casa está situada en el paseo de Gracia 41, es de propiedad privada y sólo puede visitarse la planta baja.







3 comentarios:

  1. Al estar al lado de casa Batlló y no tener su personalidad no es tan conocida, pero el "chocolate" de este señor algo tenia de especial para tuviera esta imaginación.
    Yo siempre habia creido que los animales fotografos eran monos, no osos. No los veo unos animales muy propensos a la fotografia. Claro que con una camara con tantos "automatismos" como la tuya igual si.
    Por cierto, ¿porque se le llama la manzana de la discordia?

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    1. La Manzana de la discordia es el nombre que recibe el tramo del Paseo de Gracia entre las calles de Aragón y Consejo de Ciento y donde nos encontramos con la casa Lleò Morera, de Domènech i Montaner, la casa Amatller diseñada por Puig i Cadafalch y la casa Batlló, obra de Gaudí.
      Hay dos versiones sobre el porqué se le llamaba manzana de la discordia, y que no se excluyen entre sí.
      Por un lado hace referencia a la rivalidad profesional entre los tres arquitectos, que competían en originalidad. Cuando Gaudí se encargó de la Casa Batlló ya sabía lo que habían hecho los otros dos; de hecho, su edificio fue una de las razones que provocaron este nombre.
      Por otro lado, los barceloneses criticaron esas tres casas tan dispares, muestra de las diferentes tendencias arquitectónicas del modernismo. La prensa satirizó los "excesos" de la arquitectura modernista y sus fachadas redondeadas, unos diseños que comparaban con pasteles y castillos de cuentos.
      En su época, estas casas no gustaron. Ahora las consideramos obras de arte. El tiempo siempre nos hace ver las cosas con otra perspectiva...

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  2. EStuve hace poco dentro, aprovechando que la han abierto al público y es tan bonita por dentro como por fuera. Si todavía no ha estado te la recomiendo

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