Las Ramblas V. Rambla de Santa Mònica

Esta rambla tiene su inicio en la Plaça del Teatre (también llamada Pla de les Comèdies). Se le dio este nombre porque estaba delante del Teatro Principal, el más antiguo de la ciudad. Hasta el año 1774 esta zona estuvo separada del mar por las murallas de la ciudad.
 

 

Aquí la calle se ensancha hasta el monumento a Colón. Este tramo de La Rambla fue, durante muchos años, el vestíbulo del puerto.  

En la plaza del Teatro hay un monumento dedicado a Frederic Soler, conocido como Serafí Pitarra, escritor de teatro catalán. La obra es un proyecto del arquitecto Falqués y la escultura es de Querol.

Frente al monumento se encuentra el Teatre Principal de Barcelona,  que se remonta al siglo XVI, cuando Felipe II concedió al Hospital de la Santa Creu el privilegio de construir un teatro que pudiera sostener esta institución caritativa con sus recaudaciones.

Como anécdota de este teatro he encontrado una que hace referencia a cómo el teatro no estaba bien visto, y que hombres y mujeres no podían entrar ni sentarse juntos. Las mujeres tenían un piso reservado en las alturas, y montaban tanto escándalo que empezaron a llamarlo “gallinero”.

El edificio actual data el siglo XVIII con reformas en la fachada en 1847, y posteriores tras un incendio en 1913.

En esta zona de la Rambla hay artistas y caricaturistas. También abundan los cuadros que hacen referencia a Gaudí, los toros o el Quijote. Todo muy enfocado al turista que quiera llevarse un recuerdo.

 

En la Rambla de Santa Mónica, podemos encontrar viejos edificios que nos recuerdan la relación de la Rambla con el mar. Destaca en el antiguo edificio de mármol de Crédito y Docks, situado en un callejón, y que actualmente es la sede del Museo de Cera, abierto desde 1973.

 

Al lado del museo hay un lugar curioso, El Bosc de les Fades (el bosque de las hadas), un bar al que merece la pena entrar ni que sea por dar un vistazo.

 

Justo enfrente del museo se encuentra una de las fuentes de Richard Wallace, (conocido por sus fuentes de París) cuyas cuatro cariátides simbolizan la paz.  Ésta es una de las doce que Wallace regaló a Barcelona con ocasión de la Exposición Universal de 1888. Hay otra fuente original en la Gran Vía, cerca de paseo de Gracia. En las Rambla Capuchinos enfrente del Hotel Oriente hay otra, pero esa es de nueva fundición, sobre uno de los moldes de Wallace.

En esta parte de la Rambla encontramos también puestos de artesanía.

Otro edificio interesante es la Fundición de Cañones, que pasó a fundir campanas cuando Felipe V prohibió que se fabricaran armas en Barcelona.

En el año 1844, pasó a ser la sede del banco de Barcelona, se le añadió un piso y la alegoría del comercio y de la industria, grupo escultórico de los hermanos Vallmitjana, entre otros elementos decorativos. Después de que el banco quebrara tuvo otros usos, y actualmente el edificio está cerrado, aunque habría que preguntar el porqué.

En la otra acera se encuentra el antiguo convento de los agustinos descalzos (s. XVII), ahora convertido en el Centro de Arte Santa Mònica,  que ha conservado el nombre del antiguo convento.

 

Hacia el final de este paseo encontramos  el Monumento de homenaje póstumo a la actriz Mary Santpere. Es una fuente que reproduce el teatro de Epidauro. Por detrá encontramos escena de la vida de la humorista.

 

 


Y por fín llegamos a Colón y la Rambla Mar