viernes, 22 de junio de 2012

Palau Güell (III)

El terrado

En la azotea nos espera una gran sorpresa, 20 chimeneas diferentes, de formas geométricas y recubiertas de cerámica de vivos colores.









Las chimeneas están presididas por la gran linterna (exterior de la cúpula del salón central), hecha igualmente de cerámica y rematada con una veleta de hierro, que contiene la rosa de los vientos, un murciélago y una cruz griega.



























En algunas de estas chimeneas, Gaudí usó por primera vez el "trencadis" (revestimiento de superficies con fragmentos de mosaico irregulares)

 





Aquí  inició una forma de diseñar las chimeneas que iría desarrollando en sus siguientes obras, hasta llegar a soluciones espectaculares como en la Pedrera.



Además de la belleza de estos respiraderos, destacan las vistas que pueden apreciarse desde aquí.
Al fondo la montaña de Monjuïc y el Palau Nacional


El Castillo de Montjuïc y las tres chimeneas del Paralelo


Al fondo la Catedral


La Iglesia del Pi


Colón

jueves, 14 de junio de 2012

Palau Güell (II)

En la entrada de la semana pasada nos quedamos en nuestra visita  en la planta noble del edificio.

Continuamos el recorrido entrando en el sorprendente salón central.

Muchas de las lámparas están diseñadas por el propio Gaudí



Salón Central 




Está coronado por una cúpula parabólica que sobrepasa el terrado en forma de cono que está perforada por círculos que, bajo la luz del día, le dan desde el interior una apariencia de planetarium. Todo el edificio está organizado alrededor de esta pieza central.  


También hallamos en esta sala una pequeña capilla empotrada en la pared.


Junto a la capilla se sitúa un órgano. El sector central de tubería desapareció entre los años 30 y 40, y ha sido recuperado. Su acústica es "espectacular" gracias a la cúpula y de las dimensiones de la sala (80 metros de planta por 17 de altura) 

























En el gran salón destaca asimismo un busto de Joan Güell.



















Los trabajos de restauración de la carpintería ha necesitado el trabajo de ocho profesionales, que a lo largo de tres años y medio han saneado las puertas devoradas por la carcoma, las han barnizado, han repuesto herrajes, y han recuperado la belleza de las maderas de nogal, eucalipto, roble, haya, ébano, palisandro o caoba.




 




Entreplanta y dormitorios

Entreplanta, entre el salón central y la zona de los dormitorios, con clara influencia mozárabe. Al fondo la capilla del salón.
En el segundo piso se sitúan las habitaciones de la familia, que contaba con 12 miembros. Están decorados con un ciclo relativo a Santa Isabel de Hungría.

 




Habitación de la esposa de Eusebi Güell, Isabel López Bru, hija del marqués de Comillas




















Habitación de la hija mayor



Aseos y zona de baño

 
El diseño llega a todas partes!
Desván

En el tercer piso se encontraban las habitaciones del servicio, compuesto por 18 personas. Actualmente hay una exposición temporal dedicada a las obras de restauración del edificio.




Cochera y caballeriza


La entrada tiene unas dimensiones impresionantes, pensadas para que los visitantes pudiesen acceder a ella montados en sus caballos y carruajes. Para los caballos existían en el sótano establos, lo que en aquel entornes era totalmente innovador. Se accedía a ellos a través de una ingeniosa rampa de forma helicoidal.


La poca luz no me ha permitido hacer fotos mínimamente aceptables

Esta caballeriza es la única construcción que Gaudí dejó con el ladrillo a la vista.


El terrado
En la azotea nos espera una gran sorpresa, pero eso será en la siguiente entrada del blog.

sábado, 9 de junio de 2012

Palau Güell (I)

Se encuentra en el carrer Nou de la Rambla 3, fue proyectado por Antoni Gaudí y está considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Recientemente ha sido objeto de una cuidadosa restauración por parte de la Diputación de Barcelona, iniciada en 2004 y finalizada en 2011.










El Palau Güell ha recuperado la luz y el brillo que de sus primeros días, gracias a la restauración y limpieza de sus elementos y la restitución de colores originales, redescubriendo un acabado exquisito.







El Palau perteneció a la familia Güell, que encargó el proyecto de su construcción a Antoni Gaudí hacia 1886, alargándose las obras hasta 1890, aunque en la fachada conste el año 1888.

Vidriera con las iniciales de Eusebi Güell

La familia Güell vivió en esta casa desde 1888, celebrándose en sus salones algunas de las  recepciones de la Exposición Universal y fue el suntuoso escenario de reuniones culturales y sociales. En 1910 el conde abandona el edificio para ir a vivir a una casa que había adquirido dentro del recinto del Park Güell también de Gaudí.



A partir de eso momento, el palacio es habitado por la hija del conde Mercé Güell hasta 1945, en que el palacio fue vendido a la Diputación de Barcelona, que instaló en él, el Museo de Arte Escénico. Durante la guerra civil lo ocuparon los anarquistas. Más tarde albergó las dependencias del Institut del Teatre.



Fue construido con materiales de la mayor calidad, con una lujosa decoración, en la que se observa gran cantidad de detalles. Incluye mármol, techos cubiertos con maderas preciosas (Gaudí llegó a diseñar 160 tipos diferentes de techo), muebles y apliques de marquetería de gran calidad.



Asimismo, Gaudí estudió todas las soluciones técnicas y estructurales del edificio, cuidando al máximo detalle aspectos como la iluminación, la ventilación o el aislamiento acústico del exterior.



Fachada

Al estar situada en una calle estrecha, resulta difícil observar bien la fachada, muy sobria, construida en piedra. La entrada cuenta con unas magníficas puertas de arcos parabólicos y rejas de hierro forjado con las iniciales E y G del propietario en su parte superior. Entre ellas, el escudo de Cataluña y un yelmo con un dragón alado, obra de Joan Oñós.




En la tribuna de la fachada Gaudí empleó un original sistema de arcos catenáricos y columnas con capiteles hiperboloidales, estilo no empleado ni anterior ni posteriormente a Gaudí.






La fachada posterior es también de gran sobriedad; presenta un original diseño basado en una tribuna con persianas venecianas de madera y adornada con cerámica.

En las plantas superiores hay un balcón con una sorprendente pérgola.








Vestíbulo y escalera de honor

El recibidor interior tiene una altura de tres plantas. Gaudí consiguió aumentarlo en su percepción visual mediante la instalación de un gran número de columnas.


Gracias a un ingenioso sistema de distribución de las estancias, el edificio, con 480 metros cuadrados por planta, parece mucho más grande de lo que es.

Ventana del vestíbulo

Detalle de una ventana del primer piso

Desde aquí se accede a la escalera noble, que da acceso al resto de estancias del edificio.


Detalle del techo. Acceso a la planta noble

Planta noble

En la planta principal hay una serie de salones, donde se recibía a los invitados, así como el despacho del conde Güell y otras estancias.

























Las estancias se enseñan prácticamente vacías, ya que lo que se intenta destacar la arquitectura en los diferentes espacios.



 







No obstante, se muestran algunas piezas del  mobiliario protegidas detrás de cristales, como el comedor.



Todas las estancias denotan un gusto exquisito. En ésta destaca el techo de madera y piedras semipreciosas.







Y llegamos a la entrada del salón central pero eso será en la próxima entrada del blog.