domingo, 16 de noviembre de 2014

Recinto de la Escuela Industrial



Actualmente la Escuela Industrial celebra sus 100 años de funcionamiento como centro de formación. Por esta razón creo que se merece una entrada en el blog, mi pequeña contribución de reconocimiento a su labor pedagógica.
 

Situada en el Eixample, la Escola Industrial ocupa cuatro manzanas enteras, entre las calles Compte d’Urgell, Viladomat, París y Rosselló. 


1915

A pesar de la parte edificada, constituye un pequeño pulmón verde en un barrio falto de espacios ajardinados.




Este recinto acogió inicialmente una fábrica textil: Can Batlló. El edificio se construyó entre 1868 y 1869 por Rafael Guastavino, arquitecto que también diseñó otras fábricas en la ciudad, y que utilizaba una técnica de construcción modernista de ladrillo vista y hierro muy extendida en aquel momento. El edificio del reloj y la chimenea son algunas de sus edificaciones que aún se conservan.



La fábrica fue cerrada en 1889, y en el año 1908 fue adquirida por la Diputación Provincial de Barcelona. En este año se ubicó la Escuela Industrial. Diez años más tarde, se inauguró la Escuela Elemental del Trabajo. Su propósito era el de ‘completar las enseñanzas industriales de manera que se puedan verificar los estudios, desde los más elementales hasta los necesarios para obtener el título de ingeniero’.



Fue un gran proyecto global de la Mancomunidad para transformar las enseñanzas técnicas en Cataluña que, además, aportó su propio proyecto pedagógico, una excelente e innovadora iniciativa educativa. Este modelo de enseñanza incorporaba las prácticas en el aula, con el apoyo de talleres, institutos y laboratorios, y también un instituto de orientación profesional con servicio de atención psicológica incluido.





Entre los años 1927 y 1931, el conjunto fue ampliado por Joan Rubió, que proyectó las naves centrales y el paraninfo. En esta ampliación se construyó el edificio de entrada, en la calle Urgell, que se integró en la estructura inicial del conjunto usando los mismos materiales que se usaron en la construcción de la fábrica. 


El vestíbulo tiene una cubierta radial y un templo situado en el centro.


La extraordinaria chimenea es de ladrillo, con forma hexagonal y una altura de sesenta metros, por lo que se ve desde prácticamente todos los rincones del recinto. La base, de 60 m2, impresiona por su dimensión.

                   

El edificio del Reloj acogió los telares de la fábrica Batlló. Es de piedra y con ladrillo alrededor de las ventanas, con torres cuadradas en cada extremo de la fachada y un patio central con columnas en su interior.





En 1915 Eugeni D'ors propone la creación de una Escuela para la formación de bibliotecarios. La escuela es creada por la Diputación de Barcelona en el Edificio del Reloj, donde permaneció hasta 1924. Ofrecía formación profesional exclusivamente a mujeres, para trabajar en las bibliotecas de la red establecida para Cataluña.



En el año 1927 el edificio acogió la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona, que se ubicó en el edificio del Reloj hasta el año 1964, momento en que se trasladó a la Avenida Diagonal.




La Escuela Industrial vivió su particular periodo de excelencia en los años 20 y 30, cuando se convirtió en un vivero de técnicos y científicos.



Allí convivían alumnos, profesores y empresarios  que daban clase allí. También iban, en calidad de conferenciantes, personalidades internacionales; el mismo Albert Einstein visitó la escuela en 1923.




En estos cien años han pasado más de 180 mil alumnos por sus instalaciones y ha formado decenas de miles de técnicos industriales, peritos industriales, ingenieros técnicos e ingenieros técnicos industriales.




Actualmente, el recinto acoge a la Escuela del Trabajo de Barcelona y a la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Barcelona, la Escuela Superior de Relaciones Públicas, el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña, una Escuela de Arte, dos centros de formación de adultos y una Residencia de Estudiantes.


Además cuenta con instalaciones deportivas como la Piscina Sant Jordi, un campo de fútbol de césped artificial con un depósito de aguas pluviales situado en el subsuelo y oficinas de la Diputación de Barcelona.


He sido oportuna con la foto…¡mirad el gol! En una zona donde no hay espacios deportivos para practicar fútbol 11, el campo se comparte entre diferentes equipos infantiles y juveniles. Aquí juegan la Penya Anguera, la U.B. Catalònia y el Club de Fútbol Don Bosco.


Está previsto que la Escuela de Ingeniería Técnica deje el recinto en un futuro muy próximo (¿curso 2015-2016?),para trasladarse al Campus de la Ingeniería Industrial de Diagonal-Besòs, en la zona del Fórum. El Campus se estructurará en trece edificios, de los cuales ocho serán de uso universitario y los otros cinco para instituciones y empresas con activitades de I+D+i vinculadas al Campus.

Y para acabar, os dejo con unas imágines que posiblemente tardarán en repetirse. Son de marzo de 2010, cuando a la ciudad le sorprendió una intensa e inesperada nevada.