viernes, 14 de septiembre de 2012

Ruta por el barrio de la Ribera II. Callejeando


En la entrada anterior nos encontrábamos en la calle Santa María, y os prometí enseñaros algunos de los rincones de este entrañable barrio.

Continuaremos el recorrido siguiendo la calle, que desemboca en la plaza de Santa María, donde se encuentra la entrada principal de la basílica de Santa María del Mar.
 






 La Basílica de Santa María es una autentica joya, aunque no me entretendré en ella porque ya tiene dedicada una entrada en este blog.


 
















Frente a la fachada principal de la Iglesia de Santa María del Mar podemos encontrar una de las fuentes más antiguas de la ciudad, de estilo Gótico. Su construcción data de 1402, unos 73 años posteriores a la construcción de Santa María de Mar y es obra del maestro constructor Arnau Bargués.


 
Se la conocía como la "font dels senyors", "la fuente de los señores", por el hecho de ser utilizada por los residentes de la calle señorial de Montcada. Está situada en uno de los caminos que unía la antigua puerta de la muralla situada en la plaza del Ángel con el mar. Conserva en buen estado los muros originales, dos gárgolas y los escudos reales y de la ciudad.


 

La Ribera fue históricamente fue un antiguo barrio de mercaderes, marines, artesanos, y asociaciones gremiales, por eso muchos de los nombres de sus calles recuerdan aquellos antiguos oficios, como dels Sombrerers (sombrereros)  o dels Argenters (plateros).


Paseando por estas calles observaremos como el barrio cuenta con diversos rincones que parecen estar detenidos en el tiempo
 
 
Carrer de les Caputxes
Por detrás de la fuente gótica de Santa María, se accede a la insólita calle de les Caputxes (las Capuchas). El nombre proviene de los talleres de confección de capuchas, una especie de abrigo a modo de capa.

 
Son característicos los edificios que configuran un paso cubierto sobre la calle con dobles arcadas y los balcones de hierro forjado con baldosas.

 
Estas sencillas construcciones del siglo XVIII son una buena muestra de cómo se desarrolló la trama urbana de la ciudad. El crecimiento de Barcelona, limitado por las murallas, hizo que tuviera que desarrollarse verticalmente.



 

 
La prolongación de esta calle hacia el Pla de Palau recibe el nombre de Canvis Vells, en recuerdo a la actividad que los cambistas realizaban allí en la época medieval
 
 
Carrer de la Volta dels Tamborets
 
La calle Volta dels Tamborets comunica la calle Esparteria con el Paseo del Born. El edificio de la calle Espartería fue construido a principios del siglo XIX sustituyendo a uno de más antiguo, y respetó este paso que atraviesa los bajos, por medio de dos arcos y un techo plano.



 
Calle Volta d’en Dusai
 



El paso, cubierto con vigas de madera, se integra perfectamente, como una más de las aberturas de los bajos, en la composición de la fachada, que corresponde a un edificio del  siglo XVIII, y renovado en el XIX.

















Calle La Volta d’en Bufanalla
Bajo una casa de principios del siglo XIX se abre este paso, con un arco de piedra en cada extremo y otro en el medio, y cubierto por vigas de madera.





 
Carrer del Rec. Pórticos medievales
En la parte baja de la calle del Rec hay un interesante conjunto de edificios del siglo XVIII caracterizados por sus porches sostenidos con pilares de piedra y vigas de madera que sirven de terraza al primer piso.


 
Estos porches fueron construidos en 1786 a iniciativa de un grupo de atuneros y sazonadores para hacerlo servir de zona de trabajo. Todavía se conserva alguna de las antiguas tiendas especializadas en estos productos.
 


 
En esta misma calle (nº 30) podemos encontrar algún otro edificio interesante, como éste de principios del siglo XX caracterizado por su variado repertorio ornamental de tipo ecléctico, con referencias neoclásicas y neobarrocas.


 
Calle Esparteria con Vidreria
La mayoría de estas calles son callejones estrechos, testigos de su pasado medieval, visibles sobre todo en las plantas bajas de los edificios, reformados la mayor parte durante el siglo XVIII y principios del XIX.
 
 
Casa del carrer Esparteria, 8. Edificio del siglo XVIII caracterizado por sus esgrafiados sobre fondo rojizo


 
Plaça de les Olles.
Es uno de los rincones tradicionales del barrio, con fachadas de diferentes épocas y estilos (la mayor parte del siglo XVIII o de finales del XIX) que, sin embargo otorgan al conjunto un sentido unitario y armónico.




 
Carrer del Consolat

En este lugar se encontraban las llamades “Voltes de Sant Sebastià” donde hasta el siglo XIX había un popular mercado de maletas, baúles y equipajes para marinero.


 
Calle Espaseria
 



Muchas de estas calles desembocan en la iglesia de Santa María del Mar.























Plaça Jaume Sabartes.

A esta plaza llegamos entrando por la calle Flassaders. La plaza ha sido renovada hace poco al ampliarse el museo Picasso con un nuevo edificio destinado a la investigación y el conocimiento del pintor, y cuya fachada da a esta plaza.

 

Destaca la Casa Codina (Flassaders 13), unedificio del año 1780, cuya restauración ha permitido recuperar unos magníficos esgrafiados con las figuras de una dama, un hombre chocolatero, una mujer con niño rodeada de plantas de cacao, y un jarrón con paisaje, todos ellos dentro de unos marcos abarrocados. En los pisos superiores hay bustos, medallones y jarrones.

 



La siguiente entrada, y última de esta ruta por la Ribera, estará dedicada a la calle Montcada, el núcleo de arquitectura civil medieval más importante de la ciudad, y una de las calles interesantes de Barcelona para pasear.

 



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