La
existencia del parque y el palacio de Pedralbes tiene su origen en un incendio
de 1875, que destruyó el edificio del siglo XVII situado en el Pla de Palau, y
que era la residencia de los reyes en Barcelona. Eusebi Güell adquirió en 1862
la finca, que amplió, y encargó al arquitecto Joan Martorell la construcción de
un palacete.
En
1918, Alfonso XIII concede a los descendientes del recientemente fallecido
Güell, un título nobiliario, y estos, en agradecimiento, le regalan la finca de
Pedralbes. Entre 1919 y 1924 se remodela el nuevo palacio, se reordenan los jardines y pasa a ser la
residencia de la Familia
Real Española en sus visitas a la ciudad.
Con
la llegada de la República
en 1931 pasa a manos del Ayuntamiento de Barcelona, que lo convierte en Museo
de Artes Decorativas. Durante el régimen franquista volvió a ser residencia del
jefe del estado.
El
palacio está situado en una plaza semicircular, rodeada a ambos lados por una
gran balaustrada y frente a un estanque obra de Buïgas envuelto por tiestos de
geranios.
La
balaustrada, y enmarcando los diferentes caminos que llegan a la glorieta, está
decorada por bustos clásicos esculpidos en mármol blanco de autor desconocido.
Todos ellos tienen la nariz restaurada, ya que alguien se divirtió
rompiéndolos.
Preside el conjunto una escultura de Isabel II
mostrando en brazos a su hijo Alfonso XII,
obra de Agapit Vallmitjana.
A la izquierda del edificio, a la que actualmente no
se puede acceder, hay una gran pradera
de césped, con la escultura
Desnudo femenino arrodillado, de Joan Borrell i Nicolau (1916).
Junto a ella se levanta un enorme pino piñonero
centenario.
Al
fondo, otras esculturas de tipo clásico (Apolo, Adonis
y Antinoo) redondean
la ornamentación de esta zona de los jardines.
Actualmente
el Palacio alberga el Museo de Cerámica, el Museo de las Artes Decorativas y el
Museo Textil y de la
Indumentaria , que forman parte del Disseny Hub Barcelona.
Las
colecciones del Museu de las Arts Decoratives están formadas por un importante
fondo de diseño industrial y de objetos de las artes decorativas de diversas épocas.
Podemos encontrar muebles, papel pintado, relojes, tapices, vidrios...
Fundado
en 1966, el Museo de Cerámica de Barcelona contiene una colección con las obras más
significativas de cerámica española, desde piezas medievales a creaciones de artistas
contemporáneos.
La Generalitat de Catalunya, actualmente titular del palau, acoge aquí la sede de la Unión para el Mediterráneo.
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