Jardines de Mossèn Cinto Verdaguer

La montaña de Montjuic cuenta con gran cantidad de jardines, hoy os enseñaré uno de los que, a mi parecer, es de los que merece la pena ir a pasear. El jardín fue inaugurado el mismo día que los de Mossèn Costa i Llobera y los de Joan Maragall; el 22 de junio de 1970 y es uno de los tres parques que se dedicaron a poetas catalanes.

La entrada principal a estos jardines está situada en la Avenida de Miramar, al lado del teleférico y frente a las piscinas Picornell. El jardín da la bienvenida con un enorme escudo de Barcelona hecho de plantas y flores.

Es un jardín temático, dedicado a las plantas bulbosas, rizomatosas y acuáticas. Precisamente ahora, a principios de primavera, empiezan a florecer las bulbosas, por lo que es el mejor momento para visitarlo. 

Por desgracia, la floración de este tipo de plantas suele ser breve, por lo que el jardín ha sido pensado para que alterne con otro tipo de vegetación. Los tulipanes, los jacintos o los narcisos florecen con la llegada del invierno y de la primavera; las dalias o las cañas de Indias, florecen en verano y a principio de otoño.

Las flores y plantas están agrupadas en grandes conjuntos y entre praderas verdes, para que los colores de las flores destaquen con el contraste. 

Destaca en el jardín un lago y una inmensa pradera con grandes árboles. 

Frente al lago encontramos una escultura, se trata de la Noia dels lliris, de Ramon Sabi (1970).

Es un homenaje al poeta Mossèn Cinto Verdaguer y lleva una inscripción con estos versos: 

"Bonica és la rosa

més ho és el ram

mes ho és el lliri

que floreix tot l'any".

El jardín cuenta con otra escultura, Maternitat, de Sebastià Badia (1970). Está bastante escondida, al lado de la caseta de jardineros y debajo de un gran pino. Es la imagen serena de una mujer mirando tiernamente al hijo que está en su regazo.

Algunas de las bulbosas permanecen plantadas de forma permanente, mientras que otras deben plantarse de nuevo cada temporada. Cada año se plantan unos 80.000 bulbos, que se distribuyen en función de los colores, la duración de las flores y la altura de las plantas. 

En la parte de superior del jardín se encuentra la parte más importante de la colección de plantas acuáticas. 

A los lados de una larga escalinata se distribuyen en una treintena de pequeñas albercas conectadas entre sí. 

El agua baja desde un pequeño estanque alargado, situado delante de una pared de rocalla con una pequeña cascada. 

Para cruzar el estanque, un puente de madera completa la delicadeza de este rincón. 

Los parterres tienen una suave inclinación del terreno que permite ver una hermosa perspectiva del conjunto y de unas buenas vistas de Barcelona y el mar.