La palabra Raval (arrabal) resulta de la deformación del árabe rabad, que significa suburbio, extramuros.
El Raval está comprendido entre la primera muralla medieval y su posterior ampliación.
Con este espacio Barcelona casi duplicaba su extensión amurallada.
La nueva zona tardó tiempo en poblarse, y buena parte de su territorio comprendía edificios religiosos y huertas.
Con el paso del tiempo, se convirtió en un lugar muy poblado hasta que los muros de la ciudad fueron derrumbados a fines del siglo XX.
El derribo de las murallas en 1859 permitió la expansión urbanística y el Raval se convirtió en un barrio de viviendas para los más desfavorecidos, donde se concentraron gran parte de los inmigrantes.
Con el paso del tiempo se fueron abriendo tabernas, cafés y teatros. Su proximidad al puerto y la presencia del cuartel de las Atarazanas facilitó la aparición de este tipo de locales, de prostitución y también de delincuencia.
Se convertió en el “Barrio Chino”.
A partir de los noventa, el Ayuntamiento inició un proyecto de rehabilitación y transformación urbana, con el objetivo de "esponjar" el casco antiguo, liberando espacio con el derribo de edificios, mejorando la estructura urbana y el tejido social.
Aún así, sigue existiendo pobreza y lugares inseguros, especialmente de noche.
El Raval hoy es un mundo de contrastes, donde conviven grandes centros y museos con tendederos de ropa en los balcones.
El Raval continua siendo un barrio de acogida de inmigración. Aquí conviven lugareños y gente venida de múltiples países y culturas. En sus calles pueden verse comercios de todas las nacionalidades.
La RUTA que os propongo se inicia en la calle Nou de la Rambla, realizando una visita al Palau Güell, obra de Antoni Gaudí (1886-1890) El edificio, considerado Patrimonio de la Humanidad, recientemente ha sido objeto de una magnífica restauración por parte de la Diputación. Su visita no hay que perdérsela.
Avanzando por la calle Nou de la Rambla, entre la calle Tapies y Nou de la Rambla llegamos a los jardines de Sant Pau del Camp, un espacio verde que rodea el monasterio románico de Sant Pau del Camp, uno de los tesoros arquitectónicos de Barcelona.
El monasterio de Sant Pau del Camp (C/ Sant Pau, 101) es uno de los edificios románicos mejor conservados de la ciudad.
No se conoce la fecha de fundación, pero es probable que se construyera entre finales del s. IX y principios del X.
Es Monumento Nacional y el edificio religioso más antiguo de la ciudad.
Continuamos nuestro paseo por la Calle de Sant Pau, hasta la Rambla del Raval, una vía abierta para sanear una de las zonas más degradadas del barrio y que se ha convertido en un eje de ocio del barrio y de la ciudad. Junto a la Rambla encontramos las plazas de Salvador Seguí y Vázquez Montalbán.
Siguiendo por la calle Hospital llegamos a su confluencia con la calle del Carme, donde se forma una placita llamada del Pedró, donde se puede ver un monumento del s. XVIII dedicado a Santa Eulàlia, patrona de la ciudad, la antigua capilla románica de Sant Llàtzer.
Entre las calles de l’Hospital y del Carme encontramos el antiguo Hospital de la Santa Creu, proyectado con el propósito de unificar en una sola institución un conjunto de seis centros hospitalarios y de beneficencia que existían en la ciudad. La obra se inició a principios del siglo XV, y se fue ampliando a lo largo de los siglos XVI y XVII.
Continuamos el recorrido hasta la Plaça dels Àngels, donde se encuentra el MACBA, museo e institución dedicado a difundir el arte contemporáneo.
Pasando por detrás del MACBA, nos dirigimos a la Casa de Caritat. Bajo esta denominación se encuentran diversos edificios construidos entre los siglos XVI y principios del XIX, dedicados a hospicio y alojar menesterosos. Hoy albergan el CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona).
El paseo finaliza en la Plaza de Castilla, donde se encuentra la Iglesia de Sant Pere Nolasc, una sencilla iglesia barroca del siglo XVIII.
En próximas entradas, iré explicando con más detenimiento algunos de los puntos de este recorrido.
¡Buen paseo!