En la entrada anterior nos encontrábamos en la calle Santa
María, y os prometí enseñaros algunos de los rincones de este entrañable barrio.
Continuaremos el recorrido siguiendo la calle, que desemboca en la plaza de Santa María, donde se encuentra la entrada principal de la basílica de Santa María del Mar.
La
Basílica de Santa María es una autentica joya, aunque no me entretendré en
ella porque ya tiene dedicada una entrada en este blog.
Frente a la fachada principal de la Iglesia de Santa María del
Mar podemos encontrar una de las fuentes más antiguas de la ciudad, de estilo
Gótico. Su construcción data de 1402, unos 73 años posteriores a la construcción
de Santa María de Mar y es obra del maestro constructor Arnau Bargués.
Se la conocía como la "font dels senyors",
"la fuente de los señores", por el hecho de ser utilizada por los
residentes de la calle señorial de Montcada. Está situada en uno de los caminos
que unía la antigua puerta de la muralla situada en la plaza del Ángel con el
mar. Conserva en buen estado los muros originales, dos gárgolas y los escudos
reales y de la ciudad.
La Ribera
fue históricamente fue un antiguo barrio de mercaderes, marines, artesanos, y
asociaciones gremiales, por eso muchos de los nombres de sus calles recuerdan
aquellos antiguos oficios, como dels Sombrerers (sombrereros) o dels
Argenters (plateros).
Paseando por estas calles observaremos como el barrio cuenta con diversos
rincones que parecen estar detenidos en el tiempo
Carrer de les Caputxes
Por detrás de la fuente gótica de Santa María, se accede a la insólita calle de les Caputxes (las Capuchas). El nombre proviene de los talleres de confección de capuchas, una especie de abrigo a modo de capa.
Son característicos los
edificios que configuran un paso cubierto sobre la calle con dobles arcadas y
los balcones de hierro forjado con baldosas.
Estas sencillas construcciones del siglo XVIII son una buena muestra de
cómo se desarrolló la trama urbana de la ciudad. El crecimiento de Barcelona,
limitado por las murallas, hizo que tuviera que desarrollarse verticalmente.
La prolongación de esta calle hacia el Pla de Palau recibe
el nombre de Canvis Vells, en recuerdo a la actividad que los cambistas
realizaban allí en la época medieval
Carrer de la
Volta dels Tamborets
La calle Volta dels Tamborets comunica la calle Esparteria con
el Paseo del Born. El edificio de la calle Espartería fue construido a
principios del siglo XIX sustituyendo a uno de más antiguo, y respetó este paso
que atraviesa los bajos, por medio de dos arcos y un techo plano.
Calle Volta d’en Dusai
El paso, cubierto con vigas de
madera, se integra perfectamente, como una más de las aberturas de los bajos,
en la composición de la fachada, que corresponde a un edificio del siglo XVIII, y renovado en el XIX.
Calle La
Volta d’en Bufanalla
Bajo una casa de principios del siglo XIX se abre este paso,
con un arco de piedra en cada extremo y otro en el medio, y cubierto por vigas
de madera.
Carrer del Rec. Pórticos
medievales
En la parte baja de la calle
del Rec hay un interesante conjunto de edificios del siglo XVIII caracterizados
por sus porches sostenidos con pilares de piedra y vigas de madera que sirven
de terraza al primer piso.
Estos porches fueron construidos en 1786 a iniciativa de un
grupo de atuneros y sazonadores para hacerlo servir de zona de trabajo. Todavía
se conserva alguna de las antiguas tiendas especializadas en estos productos.
En esta misma calle (nº 30) podemos encontrar algún otro
edificio interesante, como éste de principios del siglo XX caracterizado por su
variado repertorio ornamental de tipo ecléctico, con referencias neoclásicas y
neobarrocas.
Calle Esparteria con Vidreria
La mayoría de estas calles son callejones estrechos,
testigos de su pasado medieval, visibles sobre todo en las plantas bajas de los
edificios, reformados la mayor parte durante el siglo XVIII y principios del
XIX.
Casa del carrer Esparteria, 8. Edificio del siglo XVIII
caracterizado por sus esgrafiados sobre fondo rojizo
Plaça de les Olles.
Es uno de los rincones tradicionales del barrio, con
fachadas de diferentes épocas y estilos (la mayor parte del siglo XVIII o de
finales del XIX) que, sin embargo otorgan al conjunto un sentido unitario y
armónico.
Carrer del Consolat
En este lugar se encontraban las llamades “Voltes de Sant
Sebastià” donde hasta el siglo XIX había un popular mercado de maletas, baúles
y equipajes para marinero.
Calle Espaseria
Muchas de estas calles desembocan en la iglesia de Santa
María del Mar.
Plaça Jaume Sabartes.
A esta
plaza llegamos entrando por la calle Flassaders. La plaza ha sido renovada hace
poco al ampliarse el museo Picasso con un nuevo edificio destinado a la
investigación y el conocimiento del pintor, y cuya fachada da a esta plaza.
Destaca la Casa
Codina (Flassaders 13), unedificio del año 1780, cuya
restauración ha permitido recuperar unos magníficos esgrafiados con las figuras
de una dama, un hombre chocolatero, una mujer con niño rodeada de plantas de
cacao, y un jarrón con paisaje, todos ellos dentro de unos marcos abarrocados.
En los pisos superiores hay bustos, medallones y jarrones.
La siguiente entrada, y última de esta ruta por la Ribera, estará dedicada a
la calle Montcada, el núcleo de arquitectura civil medieval más importante de
la ciudad, y una de las calles interesantes de Barcelona para pasear.