Este barrio, situado en Ciutat Vella, limita con la calle Ortigosa-Trafalgar,
Vía Laietana y el barrio de Santa Catalina. Es uno de los más antiguos de
Barcelona y nació alrededor del antiguo monasterio de monjas benedictinas de
Sant Pere de les Puel•les (Plaza
de Sant Pere), que llegó a ser uno de los más ricos e importantes de la
ciudad, pues muchas jóvenes aristocráticas profesaban en él.
Fue fundado extramuros por los condes de Barcelona en la
primera mitad del siglo X (945), sobre una antigua capilla de origen
visigótico.
La actual portada es gótica, del siglo XV. El monasterio
tenía un claustro de dos pisos, el piso inferior románico, del siglo XII, y el
superior gótico, del siglo XIV.
En el siglo XIX, como consecuencia de la desamortización
eclesiástica, las monjas fueron exclaustradas, se destruyó el claustro, las
dependencias se convirtieron en prisión y el templo en parroquia del barrio.
Una parte del claustro románico fue desmontado en 1873 y
vendido por lotes, de los cuales, algunos fragmentos se conservan en Terrassa y
en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
En 1909, durante la Semana Trágica, lo que quedaba del Monasterio sufrió un incendio. Fue restaurado en 1911.
Las sucesivas reconstrucciones y reformas han alterado la
estructura original románica, sólo quedó la iglesia del antiguo monasterio y
los restos de la primitiva iglesia de Sant Sadurní, que hoy forma una especie
de atrio interior.
En la Plaza de Sant Pere se encuentra una fuente modernista
diseñada por Pere Falqués en 1893 e inaugurada tres años después substituyendo
una antigua fuente de piedra de 1826.
De esta plaza también destacaría la imagen de un santo en la esquina del edificio neoclásico del nº4.
El Barrio de Sant Pere está formado, principamente, por tres ejes paralelos formado por las calles de Sant Pere més Alt, Sant Pere Mitjà y Sant Pere més Baix, además de otras calles y plazas, la mayoría de las cuales también llevan el nombre del santo. Yo os propongo un paseo por las tres calles principales.
Calle Sant Pere més Baix
Paseando por estas calles podemos encontrar antiguos
palacios y casas de los siglos XIV al XVIII, que en su parte externa, mantienen
su antigua estructura, con el añadido de esgrafiados en los siglos XVIII y XIX.
Es el caso del Pacio Alòs, (nº 55) construido a finales del S. XIII. Hoy
alberga un centro municipal de cultura y actividades juveniles.
En frente podemos encontrar una amplia zona verde que se
extiende hasta el barrio de Santa Catalina y que “oxigena” un barrio de calles
estrechas.
Un poco más adelante, en el nº 52, encontramos la Farmacia
Padrell, considerad la más antigua de Barcelona y documentada desde 1561. Su
decoración modernista es de 1890. La vidriera es obra de Joan Espinagosa.
Al lado de estos edificios sorprende la entrada de otro
edificio, con una pintura urbana que creo merece un comentario y una foto.
La Casa dels Cortinatges (nº 46) es un edificio de 1779 con algunos elementos de los siglos XVI-XVII. Destacan los esgrafiados sobre fondo amarillo que representan cortinas que se abren en cada piso y complementados por jarrones, bustos, y medallones.
Otro edificio a destacar es el actual Instituto de Cultura y Biblioteca de la Mujer Francesca Bonnemaison (en el nº 7). Es una antigua casa señorial con fachada de piedra y portal de punto redondo. En los siglos XVIII y XIX fue reformada y ampliada.
Y llegamos a Via Laietana y al final de esta calle.
Sant Pere Mitjà
Sant Pere Mitjà no cuenta con los antiguos palacios y casa señoriales de sus otras dos “hermanas”, pero tiene el encanto de las calles de barrio, en las que el día a día de la gente que la habita las llena de vida.
En la próxima entrada seguiremos recorriendo el barrio por
la calle Sant Pere més Alt, donde se encuentran las joyas del barrio.