viernes, 22 de marzo de 2013

El parque de la Ciutadella (II)



En la entrada anterior os mostraba algunos de los espacios interesantes de este parque, tan rico en arte como en especies vegetales. Muchos de los ejemplares se plantaron a finales del siglo XIX, por lo que actualmente alcanzan un gran tamaño, para deleite de la gran cantidad de pájaros que en ellos viven.


 
Continuaré con la ruta dirigiéndonos a uno de los sitios más significativos del parque: La cascada.
 
 
La construcción de la cascada es también obra de Josep Fontserè para la Exposición Universal de 1888. Junto a él trabajó Antoni Gaudí, por esa época estudiante de arquitectura y un total desconocido, al que se atribuyen las rocallas de la cascada y algunos otros motivos decorativos.
 
 
La Cascada fue inaugurada el 12 de junio de 1881 sin esculturas y con varias críticas por el gasto que suponía. Posteriormente se fue ornamentando con diferentes elementos escultóricos de artistas catalanes de finales del siglo XIX.


 
El elemento central es el Nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana.

 
En lo alto, culminando el conjunto, La cuadriga de la Aurora, realizado por el escultor Rossend Nobas en 1888 según diseño de Fontseré. El conjunto escultórico del carro mide casi 6,5 metros de altura y pesa 35.000 kilos. Se tuvo que reforzar la estructura de la cascada para que pudiera soportar el peso de la escultura.
 
 
Hasta hace poco, su color era el negro: las inclemencias del tiempo, los excrementos de las palomas y alguna reparación desafortunada acabaron con la dorada pátina original. En 2010 una restauración le devolvió el color bañándola en oro.
 
 
También vuelven a ser doradas las ocho garzas reales de las esquinas. Aquí os muestro una junto a la escultura de Leda, de Manual Fuxà (1983).
 
 
Del mismo escultor y fecha es la figura de Neptuno.


 
Abajo, cuatro grifos que expulsan agua por la boca y esculpidos por Rafael Atché, protegen la Venus.

 
A ambos lados de la fuente hay escaleras para acceder a una especie de templete desde el que se puede contemplar una perspectiva privilegiada del parque.
 
 
 
Encontramos una terraza posterior y la entrada a lo que en su día fue un acuario en el interior de la cascada.
 


 
En la puerta unos medallones en piedra me llamaron la atención. Posteriormente descubrí que se le atribuyen a Gaudí.


 
Si nos dirigimos a la izquierda desde la plaza de la cascada, y bordeando el lago, nos encontramos con un inmenso Mamut de hormigón de unos 3,5 metros de altura y 5,5 metros de largo.

 
Al acabar la Exposición universal de 1888, se propuso la colocación de una serie grandes especies prehistóricas desaparecidas a escala real. Sólo se llegó a construir este mamut que se instaló en el 1907. La muerte del promotor de la idea impidió que se continuara la serie.

 
Frente al mamut, y en medio del parque, se encuentra el lago. Es un hermoso rincón con márgenes poblados por una extensa y exótica vegetación, árboles que crecen dentro del agua, como el atractivo ciprés calvo y aves acuáticas de diversas especies.

 
Si tenéis niños y queréis disfrutar de él de una forma especial, nada tan divertido como navegar con unas pequeñas barcas de remos.


Recomendado también para parejas románticas y marineros de agua dulce.
 
 



Alejándonos del lago nos encontramos con dos edificios que han permanecido desde el s.XVII y que formaron parte de la antigua ciudadela militar: el palacio del gobernador (actualmente un instituto de educación secundaria) y la capilla castrense, actualmente abierta al culto.



 
Otro de los edificios supervivientes del antiguo complejo militar es el antiguo Arsenal (1889-1895, actualmente sede del Parlamento de Catalunya.


Observa estas dos fotografías de la fachada. ¿Ves alguna diferencia?
 


 
En 2012 se substituyó el escudo de armas de Felipe V por las cuatro barras de la bandera catalana.

 
Frente al Parlamento se encuentra la plaza de Armas. Proyectada en 1916 por el ingeniero y paisajista francés JCN Forestier. En medio del estanque encontramos una de las más famosas esculturas modernistas catalanas, Desconsol (desconsuelo), obra de Josep Llimona (1903)
 
 

Por último, y muy cerca de aquí, encontramos la entrada principal del Zoo, cuyas instalaciones ocupan una tercera parte del Parque. Fue inaugurado el 24 de septiembre de 1892 y contiene una colección de animales formada por más de 400 especies y unos 7.000 ejemplares.


Pero esta es otra historia…

 

viernes, 15 de marzo de 2013

El parque de la Ciutadella (I)


En anteriores entradas del blog os he hablado de los barrios de La Ribera, Santa Catalina y San Pere. Pero esta zona queda incompleta si no hablamos del parque de la Ciutadella. Fue construido en la segunda mitad del siglo XIX, en los antiguos terrenos de la fortaleza de la ciudad (de ahí su nombre), y durante muchos años fue el único de Barcelona, y el primero que se diseñó específicamente como parque público.
 
 
Tras la Guerra de Sucesión Española y el asedio de Barcelona, que finalizó el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe V construyó una ciudadela o fortaleza para mantener la ciudad bajo control. Para su construcción fue necesario derribar parte del Barrio de la Ribera, 1.200 casas. En total se desalojó a unas 4.500 personas que fueron abandonadas a su suerte.
 
 
Casi un siglo y medio después, y con el objetivo de obtener el apoyo de la burguesía industrial barcelonesa, el general Prim entregó la ciudadela a la ciudad, con la condición de que el solar debería dedicarse a parque público. La fortaleza militar la derribaron brigadas de voluntarios, comenzando por la prisión militar. De la fortaleza original quedaron sólo la capilla, el palacio del gobernador y el arsenal.
 
 
Con motivo de la Exposición Universal de 1888, el alcalde Francesc Rius i Taulet encargó la urbanización del parque a Josep Fontserè. La recuperación de estos terrenos permitió crear un gran espacio verde muy necesario en una Barcelona cada vez más masificada por el desarrollo industrial.
 
 
Son muchos los rincones interesantes y os invito a hacer un pequeño recorrido. Si no os queréis cansar podéis alquilar una ayudita.



Accedemos por el paseo de Lluís Companys, con el Arco de Triunfo al fondo delante del monumento a Rius i Taulet.


Entramos en el paseo de los Tilos.
 

 
Si miramos a la izquierda nos saluda el monumento que el pintor Antonio Clavé dedicó a la Exposición Universal en el año de su centenario (1988). Se trata de una estructura móvil, como evocación al trabajo con maquinaria industrial. Se compone de dos elementos: la gran pieza central sujeta en un bastidor de acero que da vueltas lateralmente sobre un gozne vertical; y 4 ruedas dentadas, dos de ellas de 4 metros de diámetro, que giran sobre sí mismas.
 


 


A la derecha  están los pabellones que aún quedan de la época inicial del parque y de la Exposición Universal de 1888. El primero es  El castell dels tres Dragons (Castillo de los tres dragones) obra de Domènech i Muntaner, y perteneciente a la primera época del modernismo barcelonés.
 
 


Es un edificio en forma de castillo coronado de almenas, construido con ladrillo visto y hierro laminado. Estas dos características le hacen especialmente interesante, ya que fue pionero en este tipo de construcción.
 


 
También destacan sus cerámicas: plafones que envuelven el edificio en azul sobre blanco. Su decoración es un programa naturalista de plantas y animales, incluyendo un buen número de bebidas y licores. En su creación participaron importantes artistas de la época.
 
 
Fue construido para funcionar como café restaurante de la exposición. Posteriormente se dedicó a diversos fines, el último de cuales fue como Museo de Zoología, hasta 2010, fecha en que el museo se trasladó al Edificio Fórum. Actualmente está cerrado al público por remodelación: será la sede del Laboratorio de Naturaleza y centro de documentación especializado.
 
 
Otras curiosidades del edificio:
 
-El día previsto para su inauguración no estaba listo. Por ese motivo Domènech i Montaner dimitió como arquitecto responsable.
 
-Todas sus vidrieras quedaron destruidas por la onda expansiva de los bombardeos aéreos durante la Guerra Civil.
 
-Dicen que tiene un símbolo masónico en las cerámicas: la estrella de mar es en realidad una estrella de cinco puntas, símbolo de la masonería, y en su centro puede leerse una G, que hace referencia al gran arquitecto del universo. Sin poner en duda a los expertos, la verdad es que a mí me cuesta de ver.
 
Otros edificios cercanos son el Invernadero y el Umbráculo, pensados ​​para cultivar y exponer plantas tropicales. Integran, con el Museo Martorell de Geología, ubicado entre los dos edificios, el conjunto museístico y científico que formaba parte de la reordenación del parque de la Ciutadella.
 
 
L’hibernacle (invernadero) es una construcción de hierro y vidrio diseñada por Josep Amargós el año 1884. Desde 2005 está cerrado al público y pendiente de una restauración que no llega.
 
 
El Museo Martorell Geología es de estilo neoclásico  y fue proyectado en 1879 por Antoni Rovira i Trias.


En el exterior puede verse una exposición permanente de diferentes tipos de piedra.
 
 





L’umbracle (el umbráculo) es un recinto singular diseñado por Josep Fontseré (1883) que integra el ladrillo, el hierro y un enlistonado de madera que procura sombra a especies subtropicales.
 




 
Frente al invernadero se encuentra la fuente de Josep Reynos  La font dels Nens, en forma de jarrón decorado con niños y flores. Data de los primeros tiempos del parque (1882), y está considerada como una de sus mejores piezas escultóricas.
 
 

Dentro del parque se puede pasear entre fuentes, esculturas y otros elementos ornamentales.

En 1951 fue declarado monumento histórico-artístico, y está considerado como un museo al aire libre.

Podemos encontrar, por ejemplo,  diseminados por todo el parque,   numerosos bustos dedicados a personajes ilustres de la cultura catalana realizados por los mejores escultores del momento. Yo no voy aquí a hacer mención de ellos, os los dejo a vuestro descubrimiento.
 

 
Si que haré mención de alguna otra escultura, como el monumento dedicado a Bonaventura Carles Aribau, situado en la glorieta del mismo nombre. (Josep Vilaseca, y  Manuel Fuxà. 1884).
 
 
Monumento dedicado a los barceloneses y barcelonesas que murieron en los campos de exterminio nazis. (André Fauteux.1987)
 
 
La cigüeña y el zorro, obra en mármol del escultor Eduard B. Alentorn, creada en los primeros años de apertura del parque.
 
 
 
Monumento a los voluntarios catalanes. Fue un encargo realizado a Josep Clarà y dedicado a los voluntarios catalanes en la Primera Guerra Mundial.
 
 
Se acabó en 1922, pero estalló el golpe de estado de Primo de Rivera y hasta el 14 de julio de 1936 (cuatro días antes de que estallase la Guerra Civil) no fue inaugurado. Durante el franquismo, el pedestal no lució ninguna leyenda y el desnudo fue cubierto con una hoja de parra. 33 años después, en 1972, se volvía a poner una placa conmemorativa.
 
 
Al final del paseo de los Tilos y cercano a la puerta que da a la Avenida del Marquès de l'Argentera podemos ver el monumento ecuestre del General Prim de Frederic Marès.
 
 
Espero que estéis disfrutando del paseo. De momento lo dejo aquí, en la  próxima entrada os enseñaré otros espacios emblemáticos del parque como la fuente de la cascada, el lago y el Parlament de Catalunya.